lunes, 27 de junio de 2011

A los 82 años

Me dirijo a personas mayores. Es una palabra hermosa y bonita: mayores. Pero para mí, con mis 82 años, me palpita el corazón más ligero cuando mis nietos me gritan al verme: abuelita, abuela Lola.
Pero voy a contaros un poquito del cambio de mi existencia. Para todas las personas de mi edad que hemos padecido de todo en la vida, desde una guerra hasta la pérdida de nuestros seres queridos. Por eso voy a contaros que fué sólo con un lápiz y un cuaderno. Estando en el hospital con mi marido enfermo, pasaban los días y días, viendo y escuchando tantas cosas que se iban acumulando en mi cabeza. Me llevé un lápiz y un cuaderno, y sin darme cuenta había abierto una puerta para darle salida a mi imaginación. Empecé a escribir cosas sin saber lo que ponía. Pero una mañana , un médico se fijó en lo escrito que tenía encima de la mesita y me preguntó si lo había escrito yo, y le dije que si, pero que no tenía importancia. Se equivoca, me dijo, está bien escrito, pero sin darse cuenta, está haciendo la mejor terápia que existe: escribir todos los días lo que pasa por nuestra mente, si no le interesa que alguien lo lea, rómpalo y tírelo. Así que hay que abrir una puerta a nuestra mente y pongamos alas para que nuestros pensamientos de dolor de tantos años encuentren la libertad y el amor de los nuestros.
Abuela Lola.

sábado, 25 de junio de 2011

Me han hecho este blogger, que yo no se lo que significa , pero que según me han dicho todo lo que escriba lo pueden leer en todo el mundo.He comprendido a mis 82 años, que la mente es siempre joven.
Quiero trasmitir a las personas mayores,