MI NIÑA.
A la guardería va mi niña
muy tempranito.
Cuando la mitad de los
bebés , durmiendo están.
¡Y yo le digo al viento!
no corras tanto,
que me la puedes tirar al suelo
y hacerle daño.
No se preocupe, señora,
que soy como los humanos,
pacífico a veces soy
pero el centro huracanado.
Mi niña ya está en la escuela ,
jugando con los amigos
jueves, 18 de octubre de 2012
EL VIENTO.
El viento juega a correr
con los globos de colores.
Con mi niño, el viento juega
cuando mira para arriba
al árbol, lo zarandea
para que en su cara caigan
las gotitas de rocío.
El viento juega a correr
con los papeles en el aire,
como si fueran palomas
para que mi niño corra.
Con mi niño, el viento juega
revoloteándole el pelo,
poquito a poco lo empuja
para que vaya ligero
y no se caiga en el suelo.
Con mi niño juega el viento
con los globos de colores,
y su cara se ilumine
cuando mire para arriba,
y el pueda guiñarle un ojo,
y decirle, para siempre compañero.
Mi niño, con el viento juega.
El viento juega a correr
con los globos de colores.
Con mi niño, el viento juega
cuando mira para arriba
al árbol, lo zarandea
para que en su cara caigan
las gotitas de rocío.
El viento juega a correr
con los papeles en el aire,
como si fueran palomas
para que mi niño corra.
Con mi niño, el viento juega
revoloteándole el pelo,
poquito a poco lo empuja
para que vaya ligero
y no se caiga en el suelo.
Con mi niño juega el viento
con los globos de colores,
y su cara se ilumine
cuando mire para arriba,
y el pueda guiñarle un ojo,
y decirle, para siempre compañero.
Mi niño, con el viento juega.
RECUERDO DE MI NIÑEZ.
Sentada en una silla bajita con el asiento de enea,
a uno de mis hermanos que tenía pocos meses,
mi Madre que con mayúsculas escribo, en sus brazos lo dormía.
Con un pecho en su boquita ¿qué estaría soñando
esa cosita pequeña que lloraba y se reía?.
Yo la miraba, pero ella no decía nada. Veía con que amor
sus dedos el pezón apretaban para que saliera la leche
y que mi hermano mamara.
Así pasaron los meses, era el pequeño de los cinco,
como un muñequito con su carita rosada,
su pelito muy rizado, virutilla de caoba por su color colorado.
Cuantos recuerdos bonitos de las personas queridas.
Muchos años han pasado de cosas buenas y malas,
y los recuerdos te vienen sin saber cómo ni cuándo.
Sentada en una silla bajita con el asiento de enea,
a uno de mis hermanos que tenía pocos meses,
mi Madre que con mayúsculas escribo, en sus brazos lo dormía.
Con un pecho en su boquita ¿qué estaría soñando
esa cosita pequeña que lloraba y se reía?.
Yo la miraba, pero ella no decía nada. Veía con que amor
sus dedos el pezón apretaban para que saliera la leche
y que mi hermano mamara.
Así pasaron los meses, era el pequeño de los cinco,
como un muñequito con su carita rosada,
su pelito muy rizado, virutilla de caoba por su color colorado.
Cuantos recuerdos bonitos de las personas queridas.
Muchos años han pasado de cosas buenas y malas,
y los recuerdos te vienen sin saber cómo ni cuándo.
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