jueves, 18 de octubre de 2012

RECUERDO DE MI NIÑEZ.

Sentada en una silla bajita con el asiento de enea,
a uno de mis hermanos que tenía pocos meses,
mi Madre que con mayúsculas escribo, en sus brazos lo dormía.
Con un pecho en su boquita ¿qué estaría soñando
esa cosita pequeña que lloraba y se reía?.
Yo la miraba, pero ella no decía nada. Veía con que amor
sus dedos el pezón apretaban para que saliera la leche
y que mi hermano mamara.
Así pasaron los meses, era el pequeño de los cinco,
como un muñequito con su carita rosada,
su pelito muy rizado, virutilla de caoba por su color colorado.
Cuantos recuerdos bonitos de las personas queridas.
Muchos años han pasado de cosas buenas y malas,
y los recuerdos te vienen sin saber cómo ni cuándo.

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